sábado, 7 de noviembre de 2015

TACONES MAGENTA

Mis favoritos, los tacones magenta, porque han sido mi amuleto. Recuerdo el día en que finalmente   los compré. Los había visto muchísimas veces, cada vez que iba y venía del colegio me detenía frente a la vidriera de la tienda donde los exhibían. Parecía que me hablaban y me dijeran –“queremos irnos contigo”,! Llévanos! Pero mi presupuesto en esa época no me permitía adquirirlos.
Mentalmente, les respondía –Ustedes me gustan mucho, pero entiendan que en este momento no puedo darme ese lujo. Esto se repetía casi a diario, con excepción de ciertos días en que no podía detenerme, porque iba con poco tiempo para llegar puntualmente a clase.
Los meses transcurrieron y finalmente llego el día del último examen. Estaba finalizando mis estudios en la escuela de belleza, después de un largo año escolar. Como me encantaría poder estrenarme esos zapatos de tacones color magenta, el día de mi graduación. Soñar no cuesta nada, decía mi abuela, q.e.p.d.
Conversando con mi amiga y compañera de estudios Yeni, surgió la idea de como poder adquirir esos tacones magenta. Ella me dijo:-Nancy, ya somos unas profesionales de la belleza. Solo nos falta la graduación. Busquemos unas clientas, a quienes podamos ofrecer nuestros servicios de peluquería, cosmetología y manicure. – Caramba, tienes razón, le respondí. Aún sigo pensando como estudiante. Yeni me responde- Lo que tenemos pendiente por pagar son los aranceles de grado. Hagámoslo! Busquemos unas clientas.
Salimos de la escuela de belleza, a conseguir nuestros objetivos. Al pasar por la boutique donde se exhibían los tacones magenta, decidimos entrar y nos quedamos largo rato contemplándolos. Mejor dicho era yo quien los miraba embelesada; Yeni, por su lado miraba algunos accesorios.
La vendedora de la boutique nos conocía de tanto vernos pegadas a la vidriera de exhibición y nos preguntó cuál era el objeto de nuestra admiración, puesto que en la vidriera se exhibían otros artículos. Le respondí que los zapatos magenta. De manera muy entusiasta me mostro los tacones y pude observarlos con detalle. Le comente sobre mis deseos de adquirirlos y la imposibilidad de hacerlo en ese momento.  Seguimos platicando y al enterarse que éramos profesionales de la belleza, nos sugirió hacer unas tarjeticas de presentación, las cuales  podría distribuir entre las clientas.
Como una estrella fugaz, paso por mi mente la idea de ofrecerle nuestros servicios a ella, quien posteriormente exhibiría un cambio de look que podría ser desde un buen corte  o la aplicación de luz y color en su cabello. La idea le gusto, entre Yeni y yo la atenderíamos. Nos pusimos de acuerdo con respecto al lugar y el día que la atenderíamos.
Llegado el día del acuerdo, atendimos a Sunny la chica de la boutique, quien quedó espectacularmente diferente con el nuevo look y tan agradecida que ese mismo día comenzó a hacernos una publicidad, con las clientas.
Pocas semanas después, Yeni y yo, con la ayuda de la dueña de la boutique, conseguimos un espacio para alquilar e iniciar nuestra actividad como profesionales de la belleza. Ese fue el inicio de una nueva etapa en nuestras vidas. Transcurrieron varios meses y llego el dia del acto de graduación.
Toda nuestra familia y amigos asistieron al acto de entrega del documento que nos acreditaba como profesionales de la belleza, conjuntamente con la licencia para ejercer. Por esta última habíamos tenido que esperar todo ese tiempo, pero para mí había sido beneficioso porque pude reunir el dinero necesario para adquirir un hermoso vestido que hiciera juego con los tacones magenta que finalmente pude comprar.

El acto fue un acontecimiento muy emotivo, con la presencia de familiares y amigos. Ha pasado casi una década desde esa fecha. He crecido como profesional y sobre todo como persona. Aún conservo los tacones magenta, cada vez que los veo recuerdo el dicho popular :  cuando se quiere algo se puede lograr si una sabe organizarse.

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