TRANSPARENCIA  CONTAMINADA 

 

      Todos estaban emocionados con la idea de viajar en familia, los niños alborozados se levantaron muy temprano, cosa rara en ellos. Sería un divertido paseo hacia la zona de las montañas, caracterizada por un clima sabroso por su baja temperatura en comparación con la zona cálida donde vivían. 

La caravana salió a las siete de la mañana, en menos de media hora atravesaban el puente sobre el gran lago, en cuatro vehículos se desplazaban las familias, las cuales se comunicaban por los celulares. 

Acordaron hacer la primera pausa para  desayunar, en un lugar ubicado a la orilla de la carretera principal que conectaba dos estados, se detuvieron a degustar unas sabrosas y calienticas cachapas rellenas de queso blanco y bebidas humeantes  servidas por  los dueños del pequeño parador. 

Continuaron avanzando por dos horas aproximadamente, hasta llegar al pueblo destino de este viaje. Recorrieron las principales calles, visitaron la iglesia, la plaza y el parque principal. Se detuvieron en un descampado, cercano a unos árboles frondosos y a cuya vera cursaba un pequeño riachuelo. 

Los adultos consideraron que era el sitio ideal para disfrutar de una buena comida. Las mujeres habían llevado bocadillos, sándwiches, fruta, agua, jugos, croquetas de pollo, tortilla y además verduras para preparar ensalada cruda. 

Los tomates los habían colocado dentro de la neverita portátil junto con los jugos, el agua y las gaseosas. Una de las mamas tomó los tomates para lavarlos en el agua del riachuelo, por considerar que el agua de la neverita formada al derretirse el hielo pudiera no ser lo suficientemente pura como para lavarlos en ella, procedió a preparar la ensalada con los tomates y lechuga ya lavados. 

Cuando todos estaban comiendo, pasó un lugareño, saludó advirtiendo que no utilizaran el agua del riachuelo porque estaba contaminada con aguas residuales del pueblo.