TACON PARTÍO 

 

Próxima a cumplir quince años, Belkis entrenaba para aprender a caminar con zapatos de tacón alto, se medía los de la madre y de la tía, que eran los que más le gustaban y calzaban a la perfección. Con su prima desfilaban por toda la casa, después de varios intentos había logrado el equilibrio necesario para caminar sin bambolearse. 

- ¡Belkis!,!Belkis!, grita Elda. 

- ¡Voy! 

- ¿Quieres guayaba? 

Belkis camina presurosa hacia el patio y ve a las muchachas subidas en el arbolito de guayaba, se trepa con facilidad y se ubica al lado de ellas, dispuesta a comer a gusto la sabrosa fruta tropical. Las tres chicas, platican, se ríen mientras saborean la sabrosa fruta, sentadas en las ramas gruesas. 

Al escuchar el llamado de la madre, Belkis se lanza del árbol, olvidando que aún tenía puestos los zapatos de tacón.