jueves, 15 de octubre de 2015

 El Saltaba y brincaba de un lado a otro, pero de pronto se golpeo una patica e inmediatamente comenzo a cojear. El cuidador al percatarse de lo ocurrido, corrió a buscar al cabrito  y lo metió en una parte del corral, donde no podía estar cerca de los niños y menos podían acariciarlo. Chocolate, se puso muy triste y se pegaba como podía, a la cerca de madera que lo separaba de los niños visitantes. Chocolate manifestaba su tristeza balando. 
El aislamiento de Chocolate, el cabrito del zoológico de contacto, duró solo una semana, tiempo suficiente para que su patica se recuperara, pero a Chocolate le pareció una eternidad

Chocolate permaneció en el parque hasta que creció y tuvo su mayoría de edad, cuando  lo llevaron de vuelta a la granja donde nació, pero Chocolate nunca olvidó los felices días que permaneció en el zoológico de contacto.








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