lunes, 12 de febrero de 2024

 

EL CORAZON EN LA MANO

 

La pequeña sentada en los escalones al frente de la vivienda, se disponía a saborear una taza de leche. Vestida primorosamente, coloca el tazón a su lado con cuidado, evitando derramar el contenido sobre su limpio vestido.

Se quedó impávida con la mano levantada, al sentir acercarse un perro, engalanado para la feria, que ávidamente sorbió el contenido del tazón y con el mismo ímpetu que había llegado, se alejó huyendo de quienes lo perseguían.

La madre estupefacta, a escasos metros de la escena, estaba petrificada, sintiendo como si tuviera el corazón en la mano.

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