lunes, 12 de febrero de 2024

 


 

EL TURPIAL DE MI ABUELA

Sacar del hábitat a un animal es despojarlo de su misión en la naturaleza. Este es el papel que juegan en su hábitat. Juan Milla. Biólogo de conservación.

 

Mi abuela Rafaela abre la puerta de la jaula, agarra el pajarito  y lo coloca en su regazo, lo acaricia delicadamente, mientras le limpia las paticas. Es un hermoso pájaro con cabeza negra y cuerpo amarillo con el pecho negro.

Rafaela prepara una mezcla de leche y pan, lo alimenta con cuidado. Espera que pronto pueda comer por si solo. El pajarito intenta volar, agita sus alas posado en la mano  de la dulce joven, lo devuelve a la jaula. Luego de la diaria rutina, Rafaela inicia sus labores del día.

Desde su escritorio observa de rato en rato, al inquieto pájaro que salta de un lado a otro. Rafaela realiza un dibujo en tinta china, luego finaliza el bordado de  una blusa que debe entregar. Saca de la jaula a Pintor, lo coloca sobre el paral dispuesto para el.

Llaman a la puerta, -Un momento…

-        Buenas tardes!  . Hola,  Rafaelita!

-        Buenas Eutimio. creí que había llegado la clienta que viene por la blusa

-        Siéntate.

-        Gracias

-        ¿Deseas un cafecito?

-        Si, por favor.

Rafaela se va a la cocina a buscar el cafecito, cuando viene con el café se escucha un revoloteo, y ve a Eutimio agitando las manos sobre su cabeza.

Rafaela corre a tratar de agarrar al Pintor, este se posa sobre su hombro escondiéndose entre sus rubios cabellos . Ella lo acaricia, lo calma y lo vuelve a colocar en la jaula.

Pasaban los días, Pintor, revoloteaba cerca de Rafaela, hasta que pudo volar alto. Pronto, volaba más alto y lejos, pero siempre regresaba y se posaba en el hombro de mi abuela.

En las noches, lo coloca en una jaula y a la mañana siguiente abre la puerta, le da de comer en su mano y luego el pájaro vuela hasta el patio y al rato regresa, vuela por toda la casa buscando a Rafaela. Al encontrarla se queda tranquilo y se mete en la jaula, que de día permanece abierta.

Rafaela entrega la blusa a la clienta,

-        Gracias Rafaelita, el bordado quedo muy hermoso. Me gusta.

-        Me alegra que te guste, te aviso cuando la falda esté lista.

-        Espero tu llamada.

-        ¡Ay!, ay! ¡Fuera! ¡Fuera!

-        ¡Pintor! ¡Pintor!, ¡tranquilo!! es una clienta!

-        ¡Lo siento Gloria! ¿te hizo daño?

La rutina mañanera se realiza como de costumbre, limpieza, alimentación y ejercitación. Pintor vuela para realizar sus ejercicios.

 Rafaela pica un trozo de lechosa, para darle al Pintor.

-         ¡Pintor! ¡Pintor!, te traje lechosa.

-        ¡Pintor!, ¿Dónde estará ese pájaro?

Cae la noche, se percibe tristeza. El pedazo de lechosa aún está dentro de la jaula.

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

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